Historia
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¿Piensa llenarse de verdor en el valle del Dordoña? Descubra tres de los castillos imprescindibles del departamento del Lot, no lejos de Rocamadour y Figeac.
Situado cerca del parque regional de Causses du Quercy, el château de Castelnau-Bretenoux domina la región de los "cuatro ríos ". Ofrece un panorama impresionante del valle del Dordoña, ¡incluido el pueblo de Loubressac!
Construido en el siglo XIII, el château de Castelnau-Bretenoux es un ejemplo perfecto de fortaleza medieval. Cuenta con una torre del homenaje, un châtelet de entrada, una torre de artillería de catorce metros de diámetro y fosos, sin olvidar sus troneras, aspilleras que combinan una ranura vertical para el tiro con arco con una abertura circular para el disparo de cañones.
En 1896, el château de Castelnau-Bretenoux fue salvado de la extinción por el cantante de la Ópera Cómica Jean Mouliérat. Mouliérat restauró parte de la extraordinaria decoración del castillo, pero también añadió su propio toque instalando sus propias colecciones.
El château d'Assier fue construido entre 1510 y 1547 por Galiot de Genouillac. Para construir un monumento a la gloria de sus hazañas, el jefe del ejército de François Ier eligió la región de Quercy, lejos de los castillos del Loira, pero muy querida para él.
A Galiot de Genouillac se le conoce a menudo como el vencedor de la batalla de Marignan. A su regreso de Italia tras la guerra, hizo construir un castillo ricamente esculpido, en consonancia con el nuevo arte del Renacimiento, alimentado por inspiradores descubrimientos en Italia. Entre las figuras míticas de la Antigüedad, Galiot de Genouillac eligió al héroe Hércules para representar sus hazañas militares: ¡nada menos!
Parte del castillo ha sido destruida, pero el ala que se conserva hoy da testimonio de uno de los mejores edificios de su época...
La historia del château de Montal está íntimamente ligada a la de Jeanne de Balsac. A la muerte de su marido, Amaury de Montal, en 1510, se le concedió el derecho de criar sola a sus cinco hijos. Luego perdió a su amado hijo, Robert de Balsac...
En 1519, Jeanne de Balsac hizo construir una refinada residencia, cuya decoración reflejaba las penurias que había tenido que soportar.
El château de Montal es una síntesis original del arte medieval y del Renacimiento temprano. Así lo ilustra el rico programa decorativo de la fachada del patio interior, en el que figuran numerosos retratos de su familia y amigos.
Abandonada durante la Revolución, fue transformada en granja y posada. En 1879, un especulador incluso hizo arrancar sus decoraciones esculpidas ¡y las vendió! Su rescate se debió a Maurice Fenaille, industrial, coleccionista de arte y mecenas que, en sólo cinco años, recuperó la mayor parte de la decoración e hizo reproducir las piezas que faltaban.
Más tarde, en 1943, la habitación de los guardias del château de Montal albergaría... ¡la Joconde! Vigilada día y noche, la obra más famosa de Léonard de Vinci fue devuelta al musée du Louvre en junio de 1945.
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